Supongo que cuando los pioneros «inventaron» el mountain biking allá por los años 70 del pasado siglo poco podían imaginar la vorágine de diferentes modalidades de práctica en que se acabaría convirtiendo. Los nichos de mercado en el sector crecen a velocidad de vértigo, a veces a iniciativa de los usuarios y a veces desde los sesudos departamentos de marketing de los fabricantes.
Hace unos días comentábamos ese sutil desplazamiento que se está produciendo hace ya un tiempo desde el esfuerzo hacia la diversión. Las bicis, de repente, parecen dar la razón a esos nuevos nichos de mercado cuya oferta no pasa por estrujar cada músculo sino por llevar una sonrisa en los labios mientras pedaleas.
De esta forma se podría explicar la cada vez mayor presencia de cubiertas de mayor diámetro y las geometrías más relajadas. Aparece un modelo de bicicleta que quizá puede satisfacer a un público potencialmente más amplio. No quiere decir por supuesto que el cross country no siga atrayendo practicantes, pero estaría bien analizar hasta dónde ese mercado no representa un «máximo» que ya ha sido alcanzado.
Hoy cuando miramos al sector del MTB la lista de nichos es tremenda porque los cuatros tradicionales –cross country, enduro, descenso y all mountain– admiten múltiples matices. De hecho habrá quien no esté de acuerdo con esta clasificación e incluya marathon o considere las BMX, las bicis de trial, el freeride o el trail. ¿Y qué no decir de fenómenos recientes como el de las fatty bikes? Más y más matices en un sector que es un mundo en sí mismo. Y quede claro que hablamos de ruedas gordas pensadas para pisar cualquier terreno que no sea asfalto. Porque ahí al lado, en la bici urbana y en la de carretera hay otro complejo mundo por descubrir. ¡Y qué decir si le añadimos el componente «eléctrico» a todo lo anterior!
Lo cierto es que hoy no se sabe en qué medida son maniobras de marketing o demandas reales de los usuarios. Pero lo que sí es cierto es que la diferenciación va con los tiempos. Ya no sirve decir que haces bici de montaña sino que hay que especificar qué modalidad o al menos explicar qué tipo de salida al monte es esa con la que disfrutas más. Porque tu modalidad de MTB te define. Este parece ser el patrón: dime qué practicas y te diré quién eres.
me ha parecido interesante este artículo para tu tema. igual ya lo has leído, pero por si acaso…
coño, el enlace!
http://www.ciclosfera.com/diseno-de-bicicleta/
Mil gracias por la referencia, lo miro con detalle, que algo sacaremos de todo esto jeje