Ya escribimos aquí un post referido a la cultura maker, ese fenómeno a mitad de camino de la filosofía hacker, el do it yourself, la fabricación artesanal y el inconformismo. Argumentábamos que de alguna forma el MTB comparte cierto territorio común con la cultura maker. Tanto por sus orígenes como por el gusto por el cacharreo para personalizar las bicis, el MTB reúne mucho activismo a su alrededor.
Sin embargo, para ser más precisos, no todo el mundo que ha comprado una MTB comparte la cultura maker. Estamos hablando, claro está, de cierto tipo de usuario. Sí, has acertado, hablamos de los lead users, esos a los que se caracteriza porque presentan necesidades no cubiertas por el producto y buscan cómo satisfacerlas y además, debido a esa intensidad de relación con el producto, son capaces de anticipar tendencias de mercado. Esto último los hace muy golosos para las marcas.
Desde luego que el lead user enreda con el producto, lo toca, lo mira, lo revisa, busca nuevos ángulos y comienza a pensar cómo modificarlo para que responda mejor a su deseo. Detrás puede haber muchas diferentes motivaciones. von Hippel ya nos dijo habría que mirar al background de cada usuario para entender por dónde iría su aportación. Es decir, si además de biker ejercía como médico quizá le diera por cultivar aspectos de seguridad, de ergonomía o cosas así. En cambio si lo suyo era la ingeniería de materiales, estaría buscando otro tipo de modificaciones.
En general, entran en juego habilidades manuales y capacidad de observación para comprender el producto. Las bicicletas actuales encierran mucha tecnología mecánica y hay que afinar la mirada para ponerse manos a la obra. Por otra parte, la oferta de componentes es de tal volumen que siempre habrá alternativas que se adapten mejor a lo que el lead user quiere. Y si no se encuentra el componente, se inventa la solución, sea con la cinta aislante que vale para todo o con mayor nivel de sofisticación.
Así pues, los lead users son manitas. Eso si hablamos de producto-producto, porque también cabe la mirada más amplia a cómo funciona el sector y cómo se relacionan los usuarios con marcas y tiendas. Pero esto es ya contenido para otros posts. De momento, aquí queda la afirmación: cultura maker y lead users van de la mano.
