Es curioso observar cómo los usuarios líderes son capaces de anticipar, en cierto modo, cómo evolucionará un producto. En realidad no solo se trata de ellos sino también de esa otra «multitud» de usuarios con los que interactúan. Es como si, escuchada la voz del pueblo, hubiera quienes predicen el futuro… porque es lo que el pueblo estaba diciendo 🙂
En el caso del sector MTB es este período de junio-julio cuando aparecen las versiones actualizadas de los modelos. La renovación anual puede ser un simple restyling o una actualización cualitativa del producto. La primera tiene que ver, lógicamente, con la mejora de ciertos matices (problemas de rango menor identificados) mientras que la segunda supone una apuesta de la marca por dar un salto que tenga repercusión en el mercado. En este caso se trata de hacer ver que ha nacido (casi casi) una nueva bici. Entre estos dos extremos también puede haber puntos intermedios.
Si miramos al foro de discusión que seguimos, con la presentación de la Oiz 2017 llegan cambios y, como no, las predicciones ya se hicieron y dieron lugar a cierto debate. Quizá sea tan sencillo como que la marca puede escuchar lo que se dice ahí y obrar en consecuencia. Pero, ¿hasta qué punto esta opinión es cualificada? Desde mi punto de vista, no hay duda al respecto. Eso sí, hay que saber leer e interpretar porque el usuario pedirá el cielo mientras la marca sabe que pisa la tierra.
El caso es que tomar contacto con esta predicción de los usuarios líderes fortalecería, desde luego, el vínculo con ellos. Y no tanto para traducir directamente las peticiones cuanto para tomar el pulso de gente que día sí y día también habla de esa bici con la que tanto disfruta. Sí, hay un lado emocional en todo esto. No es solo es la predicción en términos de producto. Está en juego mucho más y hay que analizar lo que supone.
Por cierto, no puedo terminar este artículo sin citar un post muy estimulante de Amalio Rey en su muy recomendable blog de inteligencia colectiva: Predicción colectiva vs. Big Data: ¿existen los superpronosticadores? Allí, entre otras cosas, se dice que «el grado de precisión en las predicciones no se explica tanto por lo que la gente sabe sino por la forma en que la gente piensa». Una más que interesante reflexión, ¿no os parece?