Una frase hecha pero que resume muy bien la manera en la que cierto tipo de gente se enfrenta a determinados retos personales. La bici de montaña lleva asociada cierta dosis de sufrimiento. No sé si esta es la palabra aunque algo hay, si bien cada cual pone el límite donde quiere o puede. A veces más allá de lo que sería lógico. En otro plano, lo mismo puede decirse del vínculo que los lead users desarrollan con ciertos productos o servicios. ¿Había necesidad? No, pero nos gusta.
Cada cual fija la atención en aquello que le genera una respuesta emocional de cierto valor. El yo extendido se prolonga de muy diferentes maneras: desde grandes causas solidarias hasta pequeños detalles relacionados con nuestra vida de consumo al estilo occidental. Y en ese amplísimo abánico de opciones, el vínculo con la bici y/o con la marca que está detrás es una posibilidad bien real de extender nuestro yo.
En nuestro caso, hurgando en la forma en que cada persona se relaciona con la Orbea Oiz, es fácil descubrir no un tipo de usuario líder sino muchos diferentes tipos. ¿Por qué? Porque cada cual liga su pasión a una forma concreta en la que «conectar» con lo que ofrece esa bici. Nos podemos quedar en aspectos tecnológicos (que tienden a infinito) o podemos buscar un vínculo con la marca y una manera de entender la práctica del MTB. Por eso tiene sentido comenzar nuestra investigación con preguntas abiertas.
No queremos anteponer la interpretación externa sino a acudir a aquello que cada cual considera que le es relevante. Ya habrá tiempo después de centrar más la conversación. Cuando no hay necesidad, sino simple gusto, conviene indagar en lo que conforma este gusto. Por ahí vamos a empezar. Despleguemos orejas y a escuchar 🙂
Nota.- La imagen es de mat stevens en Flickr.