En innovación de usuario, como caso concreto de innovación abierta, muchas veces se hace alusión al hecho de que son los usuarios quienes lideran la innovación. ¿Por qué? Simplemente por el hecho de que no están sujetos a las restricciones del mercado. Por ejemplo: una marca debe considerar aspectos de seguridad que quizá un usuario pasa por alto, asumiendo que el riesgo es cosa suya. Claro, esto tiene su trampa por detrás.
Una bicicleta que, debido a la intervención del usuario, ha sido personalizada puede haber perdido ciertas características del producto en origen. Pensemos en esa obsesión que, por ejemplo, existe con rebajar el peso de la Orbea Oiz. Si un usuario cambia un manillar por otro más ligero y un día sufre un percance porque ese manillar se rompe, todos entenderíamos que ha sido «su culpa». Sí, pero si no rompe, abre la posibilidad de una mejora, ¿no?
De todas formas, mi idea al escribir este post va por otro lado. Me ha surgido al leer el comentario que dejaba Nick en el post sobre quién manda en este sector. Y me explico. Por ejemplo, con las bicis eléctricas son quizá las marcas las que a través de análisis prospectivos descubren que emerge una tendencia: usar sistemas de asistencia al pedaleo (que no simples motores, como me apuntaba el propio Nick en su comentario). Así que las marcas, vía sus ejércitos de marketing, intentarán hacer más grande ese hueco de mercado.
En realidad lo lógico es pensar que son usuarios en unas ocasiones y marcas en otras quienes van por delante. En tanto que una bici permite la extensión del yo es muy probable que se le dé vueltas al producto desde mil ángulos. El usuario quiere resolver su problema particular y la marca quiere que el producto evolucione para buscar nuevos nichos de mercado. En el caso de las bicis eléctricas tengo la sensación de que, depende de qué tipo de público objetivo hablemos, la marca va por delante. Por ejemplo, en el caso de heavy users de MTB quizá haya reticencias porque atenta contra ciertos pensamientos atávicos de qué es o no una bici. Sin embargo, para una persona no tan volcada con la adrenalina, la asistencia al pedaleo será algo así como: ¿pero cómo puede ser que no está ya implantado masivamente?
En el fondo vuelvo a una de las ideas que más estoy confirmando con la investigación: dime de qué usuaria/o hablas y te diré qué atributos de producto/marca son los que valora. Personas diferentes, percepciones diferentes. Nada nuevo bajo el sol, ¿verdad?
Nota.- La imagen es de Flowizm … en F.ickr.
Totalmente de acuerdo, Julen.
Entramos en un escenario donde lo que en realidad se potencia es la interacción entre marca y usuari=s, una «completa/ja» espiral que hace que uno retroalimente a otro.
Mi reflexión va también si la «marca-propietaria-legal» es la que busca términos de rentabilidad en la línea de encontrar nuevos nichos (cosa que dudo a priori) o si más bien tratará de satisfacer las expectativas de sus usuarios a través de otra serie de productos-servicios más allá del mero producto, que quizá me encaje más.
Lo que sí está claro Julen es que son los valores los que hacen de «pegamento» entre marca y usuarios y no tanto el producto, aunque éste se determine a su vez por estos valores.
Compleja esa línea entre los valores y el producto/servicio cuando median intangibles y además se lleva a cabo una apropiación por parte de los usuarios. Pero esto es lo que aportar riqueza a este tipo de empresas. Cuando el producto/servicio «dice» mucho de cómo es uno porque lo compra de alguna forma proyectándose en lo que adquiere, bufff, eso son palabras mayores 🙂