La expansión del uso de la bici en nuestra sociedad (con alguna que otra investigación que lo matiza, por cierto), sea para ocio, deporte o como medio de transporte provoca la emergencia de distintas tribus, cada una de ellas con su propio sentido. Los atributos que se asocian a ellas son diferentes y las curvas de distribución de usuarios, si bien siguiendo una distribución normal, presentan matices muy relevantes. ya comenzamos a hablar de ello en el artículo Un mismo producto, muy diferentes usuarios.
Es importante aprender de las diversas dinámicas de relación y vinculo entre quienes pedalean y de la manera en que interactúan con la propia bicicleta. Nuestra investigación pone en el foco en una comunidad relacionada con un bicicleta de montaña enfocada a un uso de cross country o rally. Esto quiere decir un colectivo de personas con máxima sensibilidad hacia aspectos relacionados con el peso, los componentes, el funcionamiento mecánico o incluso el diseño para diferenciarse de otras bici con las que compite nuestro modelo de análisis, la Orbea Oiz.
La propia comunidad es consciente de que hay otras comunidades vecinas que se rigen por sensibilidades cercanas pero diferentes. Sin embargo, el vínculo con el objeto bien pudiera ser el hilo conductor de todas ellas. Un vinculo que representa una manera de afirmar quiénes somos (el ya comentado varias veces aquí extended self) y de demostrar(nos) que merece la pena ese vínculo por la satisfacción emocional que nos proporciona, bien por los valores cívicos que implica o bien desde la perspectiva de compartir y ampliar conocimiento técnico sobre el producto.
Los lead users, en la definición estricta, son personas que, entre otras cosas, lo pasan bien cacharreando con sus productos o servicios. Pero a partir de ahí ese verbo tan coloquial de cacharrear (clunking en el origen del MTB por ejemplo) quizá requiera de una interpretación fina. Porque hay quien lo observa ¡incluso desde la legislación, como era el caso de los ciclojuristas! Sí, no cabe duda de que la extensión en el uso de la bici está creando más y más nichos, por impulso de las propias marcas pero también por la apropiación tan particular que llevan a cabo determinados grupos de usuarios.
Y casos extremos o alternativos los hay en buen número: la gente que disfruta del bike polo, quienes se aproximan desde una visión artesanal, quienes disfrutan con materiales alternativos como la madera… En el caso del MTB se diferencia por ejemplo muy fácil la cultura de quienes practican descenso frente a la de quienes disfrutan del cicloturismo de montaña o la de la gente que realiza pruebas ultra o extreme. Lo dicho, diferentes culturas, diferentes curvas de usuarios y diferentes atributos para buscar lead users. Ahí está la gracia de todo esto: dime de qué cultura ciclista hablamos y te diré cómo enfocar la innovación que procede de los usuarios 🙂
La imagen es de Wicker Paradise en Flickr.
«sensibilidades cercanas pero diferentes»
Ja!, esa es una frase más «voluntariosa que real» 🙂
Y se lo ilustro con 2 fotografías: la primera es de usted mismo, cuando para el domingo en la gasolinera cerca de su casa a lavar la bici de los kilos de barro que se le han acumulado encima. Usted también va bien servido de barro.
La otra foto la vi este domingo en alderdi eder: dos hipsters primorosos ciclaban con parsimonia en sendas fixie y choper relucientes y fosforitas mientras tomaban el sol y disfrutaban del marco incomparable.
No tenían pinta de haber cacharreado con sus monturas ni un minuto, más allá de abrillantar los cromados.
Jajajajaja, hostia, algún día me dirás quién eres, ¿no? Conste que lo del barro del domingo pasado fue una falta de previsión por mi parte por meterme por donde no me tenía que haber metido. No era mi intención 😉
Y seguro tanto los dos hipsters como yo intentamos llevar la bici un poco decente. Ya somos primos hermanos. Aunque vale que yo no llevo cromados ni barba, de momento… 😛
Si, si, no era mi intención…
Si nuestras señoras recibieran un € por cada vez que oyen eso. No por nada, sino porque son las que nos riñen en esos momentos…
Nos conocemos solo así, como de pasada. Sin más.
Un saludo
Saluda cuando nos crucemos con la bici 🙂
Felices polvorones.