Según los datos que aportan Eric von Hippel y sus colegas en Free Innovation, el último libro publicado por este autor, la cantidad de tiempo que los usuarios en su vida doméstica dedican a innovar, así como el gasto económico en que incurren es espectacular. No cabe otro calificativo. Lo avalan a través de seis encuestas a nivel nacional en el Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Finlandia, Canadá y Corea del Sur realizadas entre 2012 y 2015.
Como se puede observar en la tabla que reproducimos (pág. 21), los porcentajes de «consumer innovators» varían desde el 1,5% de Corea del Sur hasta el 6,1% del Reino Unido. Pero es que si lo miramos desde la perspectiva del número de personas, estamos hablando en total de casi 26 millones, una cifra muy respetable. ¿Si comparamos esta aportación con la de las empresas? ¿Quizá hay más innovación en los usuarios que en las propias empresas? Vamos con más datos.
Siguiendo con lo que nos aporta von Hippel, veamos ahora el que se refiere al gasto económico que dedican los usuarios a innovar. Lo puedes consultar en la siguiente tabla. Los datos apuntan a que por ejemplo en el Reino Unido se dedica más dinero desde los usuarios que desde las empresas. No ocurre lo mismo en Estados Unidos y Japón, pero las cifras por parte de los usuarios son desde luego muy respetables.
Por último reseñar en qué sectores parece que se está realizando una mayor aportación por parte de los usuarios. Tomando como referencia estas encuestas que estamos citando, los datos son los que refleja esta tercera y última tabla de este post. Claro, el deporte y los hobbies aparecen muy bien representados, como no podía seer de otra forma. A partir de los datos podéis extraer vuestras propias conclusiones 🙂
