Es curiosa la distinta valoración que recibe la observación participante en función de la disciplina en la que se inscriba la investigación. En ciencias sociales y en antropología nadie en su sano juicio la cuestionaría. Margaret Mead o Bronislaw Maloniwoski necesitaron adentrarse en sus objetos de investigación para extraer conocimiento «con sentido» de lo que estaban observando. Si hablamos de personas -comportamientos y actitudes a escena- cualquier se da cuenta de la complejidad a la que hacemos frente a la hora de investigar.
En lo cualitativo estamos buscando comprender lo que observamos para saber más sobre cómo y por qué pueden suceder las cosas. Nos importa, por supuesto, el rigor en la observación y en la recogida de los datos, pero esto no debe impedir poner sobre la mesa los beneficios de formar parte de la investigación. Suelo decir que:
- soy propietario de una Orbea Oiz
- soy miembro del foro que investigo
- soy investigador
No puedo quitarme de encima ninguna de esas tres características. Lo que sí debo tener en cuenta es que mi rigor científico tiene que ver, sobre todo, con la forma en que consigo la información. De ahí una cierta obsesión -no sé si no la estoy exagerando- con el hecho de disponer de métodos diferentes:
- el análisis masivo de texto derivado de disponer «en bruto» de los mensajes que se envían al foro
- la lectura metódica de todos esos mensajes a medida que se van generando y la categorización de los más relevantes
- las entrevistas semiestructuradas
- el análisis en aula a través de un caso docente que hemos elaborado a partir de la investigación en curso
- un cuestionario online
- un taller presencial que esperamos culmine todo el trabajo de investigación
Esto es lo que me importa: conseguir información que vaya armando una estructura sólida del objeto investigado y también, claro está, ¡de las personas que protagonizan esta historia!
Comento lo anterior porque todavía encuentro caras de extrañeza cuando explico que mi tesis doctoral recurre a la observación participante como una de las técnicas fundamentales en el plano de lo cualitativo. Nadie se extraña si digo que voy a hacer entrevistas o que voy a usar un cuestionario online. Pero ante el dato de que participo en lo investigado, entonces, sí, el gesto se tuerce. Quizá tenga que insistir más en que investigo mediante acción participativa (participatory action research). Sí, será otra fundamentación metodológica necesaria, no hay duda.
La imagen es de Umberto Salvagnin en Flickr.