Ando cerca de terminar el capítulo dedicado al marco conceptual de la tesis. Cuando presenté la memoria del proyecto de investigación, allá por junio del año pasado, ya lo tenía bastante desarrollado. Así que pensé que sería un trabajo no demasiado complejo. A fin de cuentas, era revisar: quitar, añadir o cambiar algunas cosas a partir de las lecturas que uno ha seguido realizando relacionadas con la temática que abordamos.
Tengo activadas algunas alertas a través de Google Scholar para monitorizar lo que se va publicando en torno a innovación de usuario. El flujo de entrada es constante y mi atención, por tanto, se centra solo en aquello que realmente queda cerca de mi objeto de investigación. Pero aun así el bombardeo, si bien no excesivo, continúa durante todo el tiempo de forma inmisericorde. El resultado: el marco teórico comienza a adquirir la condición de gas. Sí, se expande hasta donde le des espacio. O sea, que tiende a infinito. Sé que puedo cerrar el grifo de las alertas, pero si lo hubiera hecho, no habría conocido por ejemplo el interesantísimo trabajo de Maria Roszkowska-Menkes: User Innovation: State of the Art and Perspectives for Future Research.
El marco teórico lo sigo teniendo constreñido a nueve grandes elementos: innovación abierta, innovación de usuario, toolkits de innovación, constructivismo social, gestión del conocimiento, comunidades de usuarios online, foros de discusión e Internet y marca. Menos mal que solo son nueve, porque cada uno de estos bloques se ha convertido en un tirano que exige más y más. El repaso se está convirtiendo en un coladero por donde entran todos esos artículos que he ido marcando vía Zotero. Es lo que hay.
En fin, nada nuevo. Se intuía que podía ocurrir esto y no ha sido ninguna sorpresa. Eso sí, el tiempo que supone un simple repaso del marco teórico se ha multiplicado por no sé cuánto. Muchas horas de escribir, repasar, cambiar, añadir referencias y pensar si continuaos manteneniendo la coherencia global. Espero terminar en breve. No más de cuatro o cinco días. Espero hacerlo, por mi salud mental. Porque sí, el marco teórico se puede convertir en un verdadero pozo sin fondo.
Dicho lo anterior, estoy satisfecho porque mantengo la suficiente velocidad de crucero como para terminar la redacción de la tesis doctoral para febrero del año que viene. Toco madera 🙂
La imagen es de Antonio Tajuelo en Flickr.