Sí, este martes pasado, el día 9, remití a mi director y a mi codirector de tesis el contenido del capítulo cinco, el que corresponde a los resultados. Lento, pero seguro. Previamente ya había enviado los cuatro anteriores: la introducción (que reharé al final), el contexto con los objetivos y las preguntas de investigación, el marco conceptual y los métodos empleados. Ya solo queda, por tanto, pulir la redacción del último capítulo, el dedicado a las limitaciones, conclusiones y futuras líneas de investigación.
Así pues, espero cumplir con el plazo: a 31 de enero habré entregado todo el documento y quedará febrero y marzo para los retoques. Al final se ha extendido algo más de lo que pensé. Hice en su día una pequeña estadística para ver por dónde andaba la extensión de las tesis que se presentaban en mi facultad. La media andaba cerca de las 130.000 palabras. En mi caso creo que se quedará alrededor de las 150.000. Sí, como suelo decir, ya sé que una tesis doctoral no va a peso, pero quería tener una orientación.
¿Qué decir de este capítulo que acabo de entregar? Que no me quedo muy satisfecho de él, la verdad vaya por por delante. Como quiera que aquí se aplica la ley de Parkinson (todo proyecto se extiende en el tiempo el tiempo que le asignes), no me puedo permitir el lujo de dedicarle más, porque me parece que podría entrar en una carrera que tendería a infinito. En su día decidí colocar bloques de contención con las fechas y no quiero saltarme esos límites.
Además, quiero pensar en la tesis no como una investigación terminada. De hecho, sigo leyendo el foro y, si bien no vuelco los mensajes como nuevos registros en la hoja de cálculo, es posible que más adelante me ponga con ello para hurgar en el uso de ciertas herramientas de análisis masivo de texto. Así que no pasa nada si ahora no he sido capaz de llegar con los resultados hasta donde me hubiese gustado. Seguiremos en ello, con otros artículos académicos relacionados con el asunto.
Esta semana que viene, por otra parte, tengo reunión en Orbea. Entre otras cosas, quiero comenzar a hablar de cómo se posicionan ante la publicación del libro seguramente a finales de este año 2018. Y también tengo que impartir el taller que os comentaba en el post anterior. Seguimos entretenidos alrededor del doctorado. Eso sí, el final se ve cada vez más cerca. Al menos en cuanto al depósito de la tesis. Me coloco una fecha de referencia: el 21 de marzo de 2018. Ese día comienza la primavera. Nueva etapa.
Ya no te queda nada Julen, ánimo.
Ahora sí que me toca de verdad apretar. Tengo que terminar con un montón de sugerencias que he recibido de mi director y codirector. Y queda pulir el capítulo final de conclusiones, además del repaso completo al documento: reescribir la introducción, el abstract, introducir alguna cosa más visual… Bufff, voy a andar muy justo. El día 2 de marzo tengo que entregarla con OK del director y codirector para depositarla el 22 de marzo. Diosssss, qué presiónnnn 😉