Como ya comentamos hace unos días, el pasado martes nos acercamos a Kirola 4.0, un evento que se presentaba organizado en torno al deporte y determinados vectores de desarrollo a su alrededor: la innovación, el emprendizaje y la transformación digital. Y además todo muy ligado al desarrollo de los territorios y con evidentes conexiones con el concepto de smart cities.
Allí coincidimos con bastante gente conocida. Además de Venan Llona, con quien ya había quedado y que, por cierto, inicia en breve nueva aventura como consultor (seguramente artesano), estaban por allí: Jon Fernández, de Orbea, Eneko Garate, de Libros de Ruta, Luis Lupiañez, de Inguralde, Aitor Urzelai, de Gobierno Vasco o Sergio Serna, de Bike Friendly, a quien hacía casi un par de décadas que no veía 😉
Siempre me parece que es tiempo bien empleado y útil el que dedico a acudir a este tipo de eventos. Escuchas muchas ideas y algunas de ellas sirven, no tengo duda alguna, para estimular neuronas, que se agitan ante semejante lluvia de discursos. No viene mal para salir un poco de la rutina. Por ejemplo, la charla inicial con deportistas de élite dejó muchas notas en mi cuaderno y lo mismo puedo decir de las doce startups que presentaron sus propuestas: Runnea, 3DLAN, Onean, BiodTek, KIROL DNA, Emen4Sport, IMMERSIA, INYBI, Axalko, Karma Technologies, Single Quiver y Wats Spark.
Durante el descanso de la comida enseguida hicimos corrillo los forofos del ciclismo para hablar de lo divino y de lo humano relacionado con el sector. Como podéis ver en la lista de startups, aparecía Axalko, el fabricante guipuzcoano de bicis con cuadros de madera, y también estaba Orbea, cuyo gerente, Jon Fernández, era uno de los ponentes de la tarde. Dos puntos de vista muy diferentes a la hora de entender el sector, pero con un punto en común: la personalización del producto. Las dos marcas vascas centraron ahí buena parte de su presentación: Axalko a través de los propios cuadros y Orbea mediante su configurador web MyO.
Finalmente, dejo aquí una pequeña lista de 10 reflexiones que me surgen a partir de la jornada:
- Es evidente que el deporte, como otros sectores, vive repleto de datos, con un cierto «emborrachamiento de datos» (en expresión de uno de los ponentes). La cuestión está en cómo conseguir que esos datos aporten realmente valor para los negocios.
- Los materiales y las equipaciones que se usan para hacer deporte se constituyen en poderosos emisores de datos. Si a eso le unimos lo que procede de la monitorización del cuerpo humano, la combinación es espectacular.
- Hace falta lo que denominaría «marketing del dato«, es decir, «traductores» para que la gente de a pie (incluyo ahí a los equipos directivos) entiendan de qué va todo esto.
- La transformación digital es un concepto que aún se asocia demasiado a lo tecnológico, aunque en el fondo tiene que ver con comportamientos y actitudes de personas.
- Por materiales (bici y todo lo que la rodea) y dispositivos de monitorización fisiológica, el ciclismo es un deporte ideal para el trabajo con datos masivos. Que se digan a Strava 😉
- Las startups lo ven claro: los datos son el negocio, vengan de donde vengan. Pero cuidado con enrocarse en aspectos tecnológicos.
- Me encantó la idea que proponía IMMERSIA para incorporar realidad aumentada en las propias competiciones deportivas a través de visualizaciones de estadísticas.
- El deporte vive en gran parte de comunicar y, en este sentido, los datos tienen un gran potencial para conseguir captar la atención de la gente.
- Me sorprendió que en ningún momento de la jornada se citara el caso de los e-sports. Transformación digital también es hablar de este fenómeno.
- Ya dije en el post anterior que no es de recibo que la cuestión de género no esté presente en este tipo de eventos para conseguir una cierta igualdad en cuanto a ponentes: 23 hombres y 3 mujeres.
En fin, pasamos página. Ya habrá otros eventos de este estilo: la digitalización navega viento en popa a toda vela. Y buena parte del viento que pega tiene que ver con los datos.
Me queda claro que cuando unes una pasión con tecnología, todo es más llevadero y se le presta mucha más atención. Si además incide en «negocio», de una manera (ahorrar costes) o de otra (generar nuevos ingresos-rendimientos), pues entonces hay un campo bárbaro.
Me parece superinteresante porque parece que hay tanto camino por recorrer que simplemente hay que echar a andar
Estaremos al tanto
Sí, Juanjo, muuuuuucho camino por recorrer en torno a todo esto 😉