TransEuskalherria, TransAndalus y el olvido de las instituciones públicas

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Una publicación compartida de Julen Iturbe-Ormaetxe (@juleniturbe) el

Este pasado sábado quedamos unos cuantos enfermos del MTB para testar una ruta circular de las que se proponen en el marco de la TransEuskaherria (TEH). Además de la travesía «madre» circular de más de 1.500 kilómetros por la geografía de esta parte del sur de Islandia, la TEH también propone otro tipo de rutas circulares. La que testamos (y creo que aprobaremos) es una que sirve para entender el Gran Bilbao y la línea de costa vizcaína hasta la frontera con Cantabria. En gran parte, se debe al buen hacer de Da2d, al César lo que es del César. La ruta sube al Serantes, baja hasta Zierbena, sube luego a Punta Lucero, baja de nuevo hasta la playa de La Arena y empalma con el Camino de Santiago del Norte para volver luego desde Kobaron. Aquí tienes el track por si te apetece.

Al terminar la ruta nos quedamos Da2d, José Angel y servidora a tomar un refrigerio mientras charlábamos de lo divino y de lo humano. Y ahí surgió el tema de nuevo: ¿por qué las Administraciones Públicas no ponen en valor iniciativas como la TEH o la TransAndalus (TA)? Y lo mismo podría decir de la Transibérica, la TransCantábrica o la Cicloextremeña, por seguir citando casos evidentes en la península ibérica. En el caso de la TEH es justo mencionar que nació en su día de la propia Administración, de la convicción personal de Mikel Bringas, pero ahora parece que aquella ilusión e impulso iniciales han quedado en un triste adiós. Supongo que habrá otras prioridades.

Participo como colaborador en la TEH y formo parte de la asociación TA. En este último caso todavía me parece más incomprensible, si cabe, el olvido de las instituciones públicas ante una ruta espectacular, de más de 2.000 kilómetros, hecha por bikers y para bikers, que pone en valor el territorio y un acercamiento amable a su realidad. La TA da a conocer el medio rural en Andalucía. Solo pasa por una de sus siete capitales de provincia, Almería, y recorre una fantástica variedad de espacios naturales. No tengo duda de que sirve para que no olvidemos un patrimonio histórico, cultural y social en su más profunda expresión.

¿Cómo es posible que este tipo de rutas, surgidas casi siempre de mano de gente apasionada del MTB, no sea aprovechada por las Administraciones Públicas? La TA, hasta donde sé, es ignorada hasta decir basta. Los costes de mantenimiento de la web o cualquier cosa que se necesite se sufraga a través de sus socios. En la TEH ahora sucede lo mismo: no hay un céntimo de dinero público y todo lo que se puede apreciar en la web es fruto del trabajo particular de quienes colaboramos en el proyecto. Estupendo, la ciudadanía se apropia del proyecto, pero ¿no debería formar parte en algún lado de cierto soporte público?

No consigo entender por qué las Administraciones Públicas se olvidan de estos proyectos. La única excepción, hasta donde sé, es el Camino del Cid, que cuenta con un importante apoyo a través del consorcio que han creado. Me parece un ejemplo fantástico por lo que supone respecto a poner de acuerdo a varias comunidades autónomas. Alrededor de este proyecto se mueven diferentes tipos de actividades y cada cierto tiempo, si quieres, puedes recibir un boletín con un resumen de lo que tienen en marcha. En fin, quizá sea mejor fijarse en la excepción, que haberla al menos la hay, ¿no?

Disculpad el momento de pataleo, pero creo que algo se me escapa en este desinterés de las Administraciones Públicas ahora que tanto se habla de las múltiples ventajas de la bicicleta: dinamización de los territorios, vida saludable, transporte sostenible, actividad económica, turismo especializado… En fin, eso, que no lo entiendo.

 

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4 Comentarios

  1. Juan

    Para mi también es algo incomprensible. La administración donde trabajo no ha sabido articular, después de muchos años perdidos, una herramienta eficaz para promover y divulgar su rico y variado territorio de cara al viajero cicloturista. Por lo que me ha tocado conocer, el cargo político tiene pocas miras más allá de su ego o su partido, acostumbra a ignorar o despreciar las iniciativas de otros ya que quiere todo el protagonismo.

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    1. Julen Iturbe-Ormaetxe (Autor del artículo)

      Una pena esa realidad de lo que aportan nuestros políticos 🙁

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  2. Carlos

    Pues si Julen, es un tema que también hemos pensado a veces con la Cicloextremeña.

    Por nuestra parte la verdad es que tampoco ha habido intentos de acercarnos a la administración. No sabemos que pasaría ni si le darían algún tipo de atención.

    Creo que a este tipo de proyectos ese apoyo de la administración le puede venir muy bien, sobre todo de cara a la difusión y a la posible señalización.

    En Francia, por ejemplo, es increíble la difusión a nivel internacional que tienen itinerarios como la Velodyssee, la ruta del Loira o los Canales de Garona o Midi, sin mencionar la buena señalización y cuidados de sus trazados.

    ¿Por qué no pasa aquí? ¿Falta de dinero o de interés? No lo se. Yo la verdad es que a estas rutas las veo como una buena oportunidad para que los gobiernos autonómicos las aprovechen para atraer a gente de fuera (de fuera de la CC.AA y de fuera de España). Además llama más la atención porque el trabajo difícil de crear la ruta ya lo tienen prácticamente hecho.

    De todos modos aunque no lo parezca algo se va avanzando, se están señalizando las Eurovelos y algunas rutas fluviales en España. Creo que también hace falta mejorar la inclusión de la bici en el transporte público para facilitar que venga la gente con sus bicis.

    En fín, perdona un poco el troncho pero he ido soltando lo que me venia a la cabeza.

    Un saludo

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    1. Julen Iturbe-Ormaetxe (Autor del artículo)

      Gracias por darte una vuelta por aquí, Carlos. Se aceptan «tronchos» 🙂
      Desde fuera, cuando uno pedalea por Extremadura, se da cuenta de lo bien que vendría un poco más de promoción de este tipo de rutas que facilitan un contacto amable con la gente. Siempre pienso en europeos que en marzo o abril todavía estarán con la pereza de unas temperaturas demasiado frescas para disfrutar de sus rutas. ¿Por qué no animarlos para que se vengan para acá y disfruten del cicloturismo? Anda que no hay trabajo por hacer. Pero lo primero es lo primero: que las rutas «existan». Como es el caso de vuestro trabajo con la Cicloextremeña o de otras rutas que tenemos en la península. Gracias por el curro 🙂

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