Comenzamos a desarrollar las 10 ideas para el comercio minorista de bicicletas. La primera en la que nos fijamos es esa que decía que, aunque tu tienda sea física, debes pensar en digital. ¿Qué queremos decir con esto? Muy sencillo: los hábitos de compra se mueven hacia lo digital. Las cifras de venta online crecen y las nuevas generaciones entienden que es su medio natural como consumidores. ¿Nos ponemos una venda en los ojos y lo negamos? No es una opción, ¿no te parece?
Así que lo primero sería analizar cómo tu tienda está presente en Internet: ¿cómo es tu web?, ¿facilita el contacto?, ¿deberías ofrecer venta online?, ¿qué contenidos serían útiles? Claro que más allá están las omnipresentes redes sociales: ¿cómo te organizas con los Instagram, Twitter y Facebook de turno? No creo que haya elección: si tu tienda no tiene una presencia potente en Internet, estás en riesgo. Hay quien ha sido capaz de ver una oportunidad en Internet para la tienda física. ¿Por qué Zara vende en Internet si tenía sus tiendas de toda la vida?
Da igual cuál sea nuestro trabajo, Internet lo afecta. Y lo podemos entender como amenaza o como oportunidad. La opción es tuya. Hay que olvidar aquello de que vamos a perder el contacto cara a cara y monsergas parecidas de despersonalización en las relaciones humanas. No, nada de eso. Se trata de complementar la conexión. De sumar, de añadir formas de desarrollar vínculos. Se trata de lo de siempre: de conectar, de hacer empatía. Los clientes de la tienda cada vez son más digitales porque viven en el presente. La tienda no puede no serlo.
Quizá convenga ser humilde y buscar objetivos en consonancia cuando hablamos de Internet. No olvides que quienes trabajan contigo pueden ser parte del músculo en Internet. A lo mejor conviene que cuando buscamos a una persona para trabajar en nuestra tienda preguntemos por su actitud y su aptitud para la relación en Internet. Nada más fácil que dar autoridad a la gente para usar lo que ya sabe usar. No tenemos por qué ser hábiles en todas las competencias que se exigen en el comercio hoy en día, pero sí tendríamos la obligación de que nuestro equipo, hasta donde sea posible, las incorpore. En la diversidad está el gusto.
Pensar en digital quizá suponga buscar asesoramiento. Suele ser habitual que exista oferta de formación en este ámbito dirigida al comercio local. No hay que dejar escapar esas oportunidades. La cualificación es básica. Sin aptitud es complicado generar actitud. Una tienda tiene entre las manos un montón de material para generar contenido audiovisual capaz de captar la atención. ¿Qué me dices del caso de Mammoth y sus vídeos de toda la vida sobre material ciclista? ¿Por qué Mammoth lo ha hecho y ha conseguido miles y miles de visitar a sus vídeos en YouTube? ¿Por qué ellos lo hicieron y otros no? Actitud y entender que Internet es un aliado y no una amenaza.
Por supuesto que hay que poner en valor el contacto directo, la tienda física y el material que se puede ver y tocar. Pero eso no debe impedir que lo digital tenga su espacio en la tienda. Y podemos jugar en plan humilde, como se comentaba, o apostar por soluciones más creativas, desde introducir códigos QR con enlaces a vídeos descriptivos de los diversos productos hasta pensar en realidad virtual para que un potencial cliente experimente con ellos.
Insisto, el riesgo de no pensar en digital es demasiado elevado. La tienda física necesita pensar en digital. Debe compararse con la experiencia de compra que ofrece, por ejemplo, Amazon. Sí, es un gigante al que nunca podremos hacer sombra, pero conviene aprender de los nuevos hábitos. Despotricar constantemente y pensar que todo se viene abajo con esos nuevos modelos de venta online no sirve sino para anticipar la defunción del comercio local. Es hora de repensarse ¡también en Internet!
Imagen: Digital by Nick Youngson CC BY-SA 3.0 Alpha Stock Images
