Leía hace poco una noticia que explicaba cómo una marcha de MTB en Elche se suspendía porque no se podía garantizar que no se pusieran multas a quienes participaran al pasar la ruta por algún que otro sendero en los que, según parece, está prohibido el paso de bicicletas. Bueno, el asunto no está nada claro, la verdad. Parece que en esa zona agentes forestales del SEPRONA han comenzado a multar en fechas recientes. Podéis leer los comentarios a este post de IMBA Comunitat Valenciana en Facebook, que incluye una imagen con una de las denuncias para haceros una idea de cómo andan los ánimos.
Las prohibiciones para practicar MTB parece que se están extendiendo. Son conocidos los problemas en zonas de esparcimiento cercanas a Madrid, como es el caso del Parque Natural de Guadarrama. También se están restringiendo las bicis en el parque de Collserola, muy cerca de Barcelona. Me temo que el problema de fondo en zonas cercanas a grandes ciudades tiene que ver con la masificación. Según parece, la norma puede actuar como un martillo pilón: todo sendero de menos de 3 metros de ancho estará prohibido para nuestras MTB. Otra cosa es que las bicis y sus huellas sean peores que las que deja el calzado. Habría mucho que discutir.
Por otra parte, me temo que determinadas actitudes de gente que va a saco por los senderos tendrán su influencia en las prohibiciones. Imagino a alguien que va tranquilamente a pie disfrutando de un idílico sendero y ve que se le cruza un tipo a toda velocidad, derrapando y lo que haga falta. Consecuencia: ya tenemos un enemigo de las bicis en los senderos. Creo que a mí también me pasaría, a fuerza de ser sincero.
Ahora bien, ¿hay solución? Quienes quieren mejorar su técnica y su condición física sobre la bici de montaña necesitarán sus lugares de entrenamiento, digo yo. ¿Cómo conseguir que no molesten con sus pasadas a toda velocidad? Una opción sería habilitar senderos solo para bicis, pero tampoco me convence, la verdad. Lo ideal es que hubiera respeto y comprensión por todas las partes. Ya me pronuncié en su día:
Cuantas más marchas de MTB por el monte, peor lo vamos a tener desde el punto de vista de la regulación. Cuanta mayor masificación de fin de semana en ciertos lugares, la sombra de la prohibición será mayor. Yo quiero ir al monte y quiero hacerlo en bici. Quiero pisar sendero, como lo hace la gente que va a pie. No quiero molestar, quiero convivir en el mismo espacio.
Me temo, no obstante, que el asunto no va a mejor.
Pues las motos destrozan las sendas en dos días