Comienzo una serie de posts en los que espero contribuir a la reflexión sobre cómo la digitalización va a cambiar la forma en que entendemos el MTB. No hay duda de que la digitalización, en el más amplio de sus sentidos, transforma cualquier sector de actividad. El de la bici de montaña no es ajeno a esta realidad. Claro que se puede entender esa transformación desde la tecnología, pero creo que hay que elevar la mirada y pensar de otra manera cuando hablamos de «tecnología».
How would the technology change the social meaning attributed to sports, the social function of sports, and the way in which sports create participatory communities?
Esta pregunta está extraída de un libro que me ha resultado muy interesante: Sport 2.0, Transforming Sports for a Digital World, de Andy Miah, profesor de Science Communication and Future Media en la University of Salford, en el Reino Unido. Su lectura me ha servido para reflexionar en torno a una serie de aspectos relacionados con el futuro del mountain bike. Si bien el autor mira al deporte en un sentido general, nosotros buscamos la traducción al caso particular de la bici de montaña. Uno de los aspectos a los que el autor dedica un importante análisis es la cada vez mayor relevancia del «juego» dentro de la cultura del deporte.
La espectacularización ha ido ganando terreno en todos los órdenes de la vida y en la actualidad el MTB es un buen ejemplo. Ya hemos escrito aquí en alguna ocasión a este respecto. Parecería que la irrupción de los e-sports y de la cultura de la gamificación como aspecto transversal dibujan una evolución de la práctica en la que lo lúdico avanza sin parar.
Sin embargo, la crítica también está presente: computer game cultures are still criticized for their supposedly generating more passive populations, addictive habits, or even violent and anti-social behavior. Pero esto no obvia para que alternative forms of gaming indicate how digital participation can inspire extraordinary levels of creativity and imaginative engagement to the point where “gamification” has become an ideal means of engagement across a range of sectors. Seguimos extrayendo citas del libro de Miah para enfrentar las dos caras de la moneda: la supuesta pasividad y escaso ejercicio físico al que parecería que abocan los videojuegos frente a esa vida al aire libre, física y llena de retos para nuestros cuerpos.
Sin embargo, gaming technology is becoming more sport-like, thus challenging the assumption that computer game playing necessarily leads to a more sedentary lifestyle. Sí, no se trata ya de practicar sentado, sino que aparecen nuevas formas que implican una manera más social y comunitaria de aproximarse al deporte. Si las nuevas generaciones viven en un medio digital, es muy probable que su experiencia de entender el deporte sea muy diferente de como lo hemos conocido. Pero, en cualquier caso, parece que están buscando divertirse, pasarlo bien, conseguir una gratificación inmediata.
El MTB pasa a día de hoy por pensar en lugares espectulares, por sentir el viento en la cara, por disfrutar de las rutas allí donde pedalearlas es un regalo para los sentidos. Pero, ¿somos capaces de comprender esa práctica en un entorno virtual, de realidad aumentada? ¿Cómo sentiremos ese entorno sin necesidad de viajar a ese idílico lugar?, ¿será posible sentir el lugar sin estar presente físicamente en él? Claro, suena a ciencia ficción, pero todo llega más pronto que tarde.
Andy Miah cita en varias ocasiones en su libro el caso del golf. El impacto medioambiental de un deporte así es evidente. Frente a esa experiencia, otra plenamente digital ofrece, no hay duda, sus ventajas. Pues bien, cuando una marcha de MTB hace pasar a cientos de ciclistas por senderos en la montaña, ¿no es un caso similar? Me temo que ciertas formas de llevar a los ciclistas al medio natural pueden necesitar un buen repensado.
En el fondo se trata de cómo conseguir una verdadera y auténtica experiencia de práctica del MTB en un medio natural que exige respeto y que necesita que lo preservemos de cara al futuro. El presente, a través de sus tecnologías digitales, empieza a proporcionar alternativas hasta hace poco impensables. La realidad aumentada y la realidad virtual están aquí y el MTB debe aprovechar sus propuestas. Sí, nos lleva hacia prácticas radicalmente diferentes, pero quizá (quién lo iba a decir) más ricas y gratificantes. No hay que olvidarlo: el tiempo juega a favor de la experiencia digital del MTB. Recrear la experiencia outdoor en un entorno enriquecido indoor está cada vez más cerca. Tiempo al tiempo. Habrá que ir buscando ejemplos, aunque de momento quizá nos sea más fácil concebir un MTB en el que se añade lo digital al medio natural para enriquecer la práctica. Pero, ¿llegará a ser al revés?
La imagen está tomada de https://vimeopro.com/aruitenberg/me-the-cyclist/video/225013335
Y Gammificar la propia experiencia Outdoor? Con unas gafas conectadas como las que prometía Google en su momento se pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo retos, información sobre el entorno, comparativas contigo mismo y con los de más, etc. Digo gafas porque me parece que el consumo de información me parece más fácil que con el móvil en el manillar ya que tienes que desviar la mirada y claro algún día nos pegaremos una buena castaña 😉
Ahora mismo, hasta donde sé, ya hay unas gafas en el sentido que comentas: son las Raptor. Por 650 euros, puedes empezar a probar 🙂