Este fin de semana pasado, aprovechando que iba a estar en Madrid a cuenta del décimo taller de la red de consultoría artesana, REDCA, me pasé por Rutas Pangea. En su día Chus Blázquez, una de las almas que está detrás de este proyecto, ya me entrevistó para su programa Viajando despacio en Darwinians Radio Bike (por cierto, ahora el programa lo puedes escuchar desde Radio Viajera). El caso es que si te gustan los viajes en bici, no puedes no quedarte prendado de un proyecto como Rutas Pangea.
Somos especialistas en viajes en bicicleta, especialmente por la Península Ibérica, pero hemos dado ya muchos pedales por buena parte del mundo: Marruecos, Mali, Túnez, India, Canadá, Alemania, Austria, Eslovenia, Eslovaquia, Hungría, Chequía, Italia, Francia, Holanda y aún seguimos organizando nuevas vacaciones en bicicleta cada año.
Aunque esta es la actividad principal que define la propuesta de Rutas Pangea, también ofrecen otras propuestas: cursos, alquiler de bicis y servicios diversos conexos con el mundo de la bicicleta y el turismo sostenible, sean para empresas privadas o para la Administración Pública. Según me contó Chus, arrancaron con el proyecto allá por 1993. No queda sino quitarse el sombrero. Puedes leer lo que explican al respecto de su proyecto en una de las páginas de su sitio web:
Rutas Pangea es el resultado del sueño y el esfuerzo de un grupo de amigos que en el año 1993, decidimos dedicarnos a crear experiencias de turismo en bicicleta y de senderismo por el mundo. Por eso elegimos Pangea como nombre, el nombre de ese gran supercontinente antes de que se dividiera en los continentes que hoy conocemos.
Desde aquel 1993 hasta ahora el sector de la bici se ha transformado. Por una parte los fabricantes han continuado desarrollando tecnología, haciendo evolucionar las bicis que usamos y bombardeándonos con marketing a tutiplén. Pero, por otra parte, la bici ha vuelto a recuperar (quiero pensar en positivo) un espacio protagonista por su contribución a una movilidad sostenible. A lo mejor estamos ganando una nueva «batalla de la bici» en el sentido en el que James Longhurst nos las presentaba en su fantástico libro que ya reseñamos aquí en su día. Quiero pensar que quienes continúan en el mercado tras más de 25 años pe(da)leándoselo, como es el caso de Rutas Pangea, bien se merecen un reconocimiento público por su contribución al progreso en el mejor de sus sentidos.
El turismo presenta un lado oscuro que muchas veces tiene que ver con la masificación, el empleo precario y alguna que otra salvajada desde el punto de vista medioambiental. Buscar la diferenciación mediante una propuesta de viajes en bicicleta (cargada de propósito de transformación social en el fondo) es una manera fantástica de recuperar la fe en la labor emprendedora. Hoy, que todo se fía al crecimiento exponencial y al éxito de garrafón, hay que poner en valor la propuesta de Rutas Pangea.
Si pensamos en una comunidad más allá de un mercado, este es el caso. Según me contaban, un 80% de sus clientes son repetidores y, además, con un estupendo equilibrio entre mujeres y hombres. Estaría bien profundizar en la forma en que expandir esa comunidad para que las nuevas generaciones renueven la propuesta. Además del contacto físico que dispara las endorfinas hay que jugar también en el terreno de las pantallas. Strava dice que se practica ya más ciclismo indoor que al aire libre. No es que haya que pasarse al lado oscuro, pero sí que conviene experimentar también con los nuevos códigos y sumar para hacer más y más comunidad.
En fin, tan solo quería dejar aquí por escrito mi reconocimiento a un proyecto de esos que si no existieran habría que inventarlos. Y si de mí dependiera hasta los subvencionaba con dinero público porque contribuyen a mantener lazos sociales. De los de verdad, sentido comunitario en su mejor versión.
La imagen es de Mario Gustavo Fiorucci, de Buenos Aires, y fue la que se llevó el primer premio del XIII Concurso de fotografía 2019 de Rutas Pangea.
Muchas gracias por la visita Julen y por los piropos. Nos encantan tus palabras y somos seguidores de tus andanzas en internet desde hace años y de esa mirada crítica sobre muchos aspectos de la empresa y también del sector de la bici. Por eso este reconocimiento de un cicloturista nos sabe tan rico.
Eskerrik asko
Seguiremos en contacto, Chus. Quedan muchos caminos por pedalear. Vosotros seguid ahí en la brecha, que hacen falta más proyectos así. Mucho ánimo y reparte abrazos a todo el equipo desde la delegación norte. Ya dirás si hace falta echar un cable con la ruta por el Gorbea 🙂