Seguimos con nuestra serie de posts dedicados a consejos para quienes estáis con el doctorado entre manos. Esta vez nos acompaña Mikel Mesonero, quien ha sido durante más de 7 años coordinador académico en Enpresagintza, la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea y que en la actualidad trabaja como coordinador en la generación y desarrollo de talento en gestión. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por EHU-UPV, defendío su tesis doctoral, Hacia un modelo de planificación ferial eficaz soportado en algoritmos genéticos, en 2004. Contó como director con Luis Alberto Petit Herrera.
La trayectoria profesional de Mikel Mesonero ha estado ligada siempre a Mondragon Unibertsitatea. Sea a través de su actividad docente o investigadora, ha tenido especial dedicación al marketing industrial y, en su sentido más amplio, a la gestión de las relaciones con los clientes. En su día colaboró también en el J. Mack Robinson College of Business de la Georgia State University en Atlanta, USA. Debo decir, además, que Mikel Mesonero formó parte de mi tribunal de defensa de la tesis. Así que le tenemos especial cariño. Si quieres saber más de él, le puedes seguir, por ejemplo a través de Twitter o LInkedIn. Ah, y sí, es seguidor confeso del Barça 😉
Antes de compartir los consejos de Mikel, aviso a navegantes: su doctorado arrancó allá por 1997. Eso significaba un entorno con ciertas limitaciones respecto al uso de Internet y tampoco existían líneas oficiales de doctorado en Mondragon Unibertsitatea. La realidad era la que era. Hoy las cosas han cambiado mucho. No obstante, nos comenta que guarda muy buenos recuerdos de aquella época. Y sí, confiesa que en su día le gustaría emprender un segundo doctorado. Hasta nos ha dado pistas sobre la temática, pero hasta aquí podemos contar.
Hechas las presentaciones, vamos con los consejos que comparte Mikel:
- Intentar unirse a una temática o línea de investigación ya existente. Hace falta que encuentres el contexto adecuado para que que tengas compañía en el viaje. Mikel nos explica que en su caso fue algo que, hasta cierto punto, echó en falta. Él pudo suplirlo con compañeros que, aunque con temáticas diferentes, también estaban embarcados en el doctorado. Tienes que sentir el calor de otra gente que navega en aguas cercanas.
- Escribir. «Cristalizar» es un término que se suele emplear en el grado LEINN y que sirve para explicar esta idea de «escribir»: se trata de documentar y explicitar las muchas ideas que van surgiendo. Hay que escribir para dejar trazabilidad de lo que estamos investigando. También para compartir con otras investigadoras e investigadores. Es importante sacar las ideas de la cabeza y llevarlas a un soporte, para que reposen y evitar saltar de un tema a otro. Ojo con que tus lecturas o avances queden en tu cabeza; necesitas aterrizarlas.
- Tomarse momentos largos de concentración. Dependerá, claro está, de tu circunstancia personal, pero es probable que necesites en cierto momento seis meses a tiempo completo o dos días fijos a la semana. Asigna tiempo en la agenda e intenta mantener la dedicación con rigor. Procura, además, que sean momentos en un entorno cómodo: intenta disfrutar del proceso. Levántate pronto, tómate un café, siéntete a gusto y entonces, ¡manos a la obra, hay que ponerse con la tesis! Effortjoyment. ¿Te suena el término? Intenta aplicártelo.
- Lo bueno es enemigo de lo perfecto. Tienes que gestionar tus expectativas. Echa mano de quien dirija tu tesis para marcar claramente los límites Por eso tu directora o director de tesis es tan relevante. Debes sentir que te ayudan a saber qué límites no debes rebasar en tu investigación. Cuidado con abrir cada día una puerta que no puedas cerrar.
- Intentar salir fuera, si puede ser a otro país. Sí, es cierto que hoy todo queda a un clic de distancia y que puedes seguramente interactuar con colegas de otras universidades vía online, pero es importante vivir la experiencia de sentirte en otra cultura y de crecer personalmente a partir de ahí.
Por último, Mikel nos ofrece un bonus track: el autoconocimiento. Mírate hacia dentro y aclara cuál es tu situación personal: ¿de verdad estás con la tesis porque la vas a disfrutar desde el primer minuto?, ¿estás en ello porque hay un requerimiento externo o sale de ti?, ¿te sientes a gusto con todo el entramado teórico y de investigación o eres más de acción? Sé coherente con lo que respondas. Cada cual puede, por supuesto, responder de forma diferente a las preguntas. Pero no te engañes; la respuesta condiciona el enfoque de tu doctorado.