De momento llevamos ya seis entrevistas solicitando consejos para tu doctorado. De vez en cuando iremos deteniéndonos y haciendo balance de lo que vamos recogiendo. Es decir, tomaremos un poco de aliento antes de seguir preguntando. A cada persona entrevistada le estamos solicitando cinco consejos, aunque hemos recibido también alguna que otra bola extra. En este artículo agrupo –con cierta interpretación por mi parte– lo que hemos escuchado. Me permito extrar 10 ideas que me parecen especialmente útiles para tu doctorado. Algunas son un simple copia/pega y otras ha habido que retorcerlas un poco más 😉
- No te obsesiones. Con la investigación para tu doctorado tienes que salir a empatar. No hay por qué demostrar que no habrá obra tan perfecta como la tuya. Lo perfecto será un muy duro enemigo de lo bueno.
- No merece la pena sufrir. Tienes que intentar llevarte bien con tu tesis doctoral. Vale que habrá momentos en que lo mandarías todo a la mierda (con perdón), pero procura sonreír y, mientras dure la relación, llevaros lo mejor posible. Mucho del éxito va a tener que ver con que sepas manejar tus emociones.
- «Usa» lo mejor que puedas a las personas que se mueven alrededor de tu tesis. Identifica quién te puede ayudar a qué y sé hábil para pedir a quien tengas que pedir. Ni tú ni yo sabemos todo lo que hay que saber para sacar adelante la tesis. Tu director o directora, tus colegas de grupo de investigación, tus amistades del alma: están ahí para que te echen un cable. Hay que aprender a pedir.
- Organiza la forma en que vayas a escribir la tesis. No puedes escribir sin un plan; domina la estructura lógica que debe estar siempre detrás de tus textos. No es tan difícil. Y luego, claro, el plan hay que llevarlo a la práctica: escribe y que alguien (que sepa de editar textos) te corrija. Además del fondo, la forma importa. Escribe, pero hazlo con un plan y vete puliendo tu estilo.
- Coge aire saliendo, si puedes, al extranjero. Será una experiencia personal y académica. Aprenderás solo por el hecho de tomar contacto con otras personas que viven la investigación. Es una forma de coger oxígeno, de airear la habitación de tu tesis doctoral.
- Engánchate a un tren que esté ya en marcha y busca cuál es el vagón en el que quieres viajar. Traducido: localiza algún grupo de investigación al que tengas acceso e intenta saber qué tienen entre manos para que tu investigación se perciba «necesaria». Mejor contribuyes a una necesidad ya identificada; generarla puede ser más complicado.
- Necesitas una sistemática de trabajo, no hay plan B. Tienes que organizarte a través de una serie de rutinas que nos aseguren que vamos avanzando. Ojo, también tiene sentido que flexibilices tu rutina; pero debes conseguir que cada día, cada semana, haya un hueco en la agenda para sacar adelante la tesis.
- Busca tu vía de escape y úsala de vez en cuando. ¿Qué te relaja?, ¿qué te hace sentirse a gusto con la persona que eres?, ¿cómo haces para que la serotonina salga a pasear? Necesitarás desconectar y recargar las baterías.
- Consigue una dirección de tesis que te haga sentir que está ahí para ayudar y para conseguir cruzar la meta. Me parece que no hay un perfil ideal. Creo que depende de cada cual y que, según el enfoque de nuestra tesis, nos convendrá un perfil u otro. Pero, sea como sea, necesitas una dirección (o codirección) con la que te asegures el avance.
- Fíjate un objetivos de fechas, sean de carácter finalista (terminar la tesis en una fecha determinada) o de carácter intermedio (cumplir ciertos hitos). Hay que ir paso a paso detrás de nuestras metas. Tiene que ver con la sistemática y la planificación de la que hablábamos antes. Para que tengan sentido, nos hacen falta objetivos.
Pues eso, ya entrevistaremos a más gente del club del doctorado. Hemos hecho una parada en el camino, pero vendrán más ideas. Todo sea por echar un cable a quienes andáis con el trabajo a cuestas 😉
Imagen de Gideon Putra en Pixabay.