El pasado 31 de agosto estrené la nueva Orbea Oiz M-Pro TR. Dejé atrás la bici que me había servido para realizar el doctorado tras descubrir que en ForoMTB.com existía (y sigue existiendo) un hilo de discusión promovido por un usuario. Hoy es el día que ese foro, creado el 25 de julio de 2014, sigue activo y está próximo a llegar a los 100.000 mensajes. Sí, has leído bien: 100.000 mensajes. No hay caso similar en ForoMTB y dudo mucho de que suceda alguna vez cosa parecida. Aquel modelo Oiz 2015 dio pie al hilo de discusión y ahí continúan, a lo suyo, hablando de lo divino y de lo humano. Pero todo ello alrededor de la Orbea Oiz.
Para sacar adelante el doctorado creé este blog. Tras defender la tesis decidí mantenerlo aunque ahora mismo no escriba en él con frecuencia. Como quiera que publiqué una foto de mi nueva Oiz en Instagram hace unos días y hubo quienes me pidieron opinión sobre ella, aquí van algunas reflexiones. Tengo que avisar que quien escribe no es, para nada, un técnico experto. Escribo como simple usuario, comparando con mi Oiz de 2015 y, eso sí, no puedo abstraerme de mi relación con quienes participaron en la investigación para la tesis, gente con la que sigo manteniendo relación. Conforman un grupo muy reducido de personas de las que me fío. De ahí que mi punto de vista respecto a la Oiz M-Pro TR pueda estar contaminada. Eso sí, bendita contaminación 😉
Cinco años de diferencia entre los dos modelos son muchos años tal como se mueve el sector MTB. Compré un pepino en su día: la M-Team, casi tope de gama. Y no puedo sino hablar maravillas de una bici con la que he pedaleado casi 30.000 kilómetros. Excepto un par de problemas con el amortiguador (ida a vuelta a Portugal a la sede de Fox para revisar y reparar), la bici ha ido perfecta. Por supuesto, dándole el mantenimiento adecuado.
Yo venía del brain de Specialized, un sistema que hace que te olvides de las suspensiones. Ellas hacen su trabajo y toman sus decisiones. Dejar el brain y pasar a un control manual suponía, además de un follón de cables ahí delante del manillar (el remoto los necesita), tomar decisiones de las que antes te olvidabas. Fue un cambio importante, pero enseguida las tres posiciones (bloqueo, intermedio y abierto) de las suspensiones empezaron a dar juego. La bici era rápida y estaba pensada para lo que estaba pensada: XC puro. Postura racing, vale; pero en mi caso, nunca he tenido problemas de espalda y mira que las rutas de larga distancia que hago lo son con mochila a la espalda. Para mí, la Oiz 2015 era una bici relativamente cómoda (sé que a más de una y de uno le saldrán ampollas al escucharme esto). Pedía apretar, pero eso depende al final de quien va dando pedales. O sea, para que os situéis: mi Oiz de 2015 era casi tope de gama (todo XTR), angulo de 70º en el manillar, talla S con ruedas de 27,5 y dos platos de 26-36 con piñonera de 11 velocidades 11-40.
Tengo 55 años y hay que pensar en que las bicis, si nos aportan un plus de comodidad, mejor. Llegará el día en que el deterioro del chasis exija su precio. Sí, todavía no estoy en el momento de comprar una eléctrica porque para el tipo de salidas que hago y para mis rutas de larga distancia, creo que no es la solución. Y en esto cai en la cuenta, cómo no, de que la nueva Oiz 2021 (los lanzamientos se suelen realizar a mediados del año anterior) había evolucionado y aparecía con dos versiones: XC y TR. La TR añade 20 milímetros más de recorrido en las suspensiones. Además, relaja el ángulo de dirección hasta los 68º y añade una tija telescópica. Todo esto que te explico lo puedes entender mucho mejor de la mano de Tomi Misser en este video que mostraba las diferencias XC-TR tomando como referencia el modelo 2020.
Vamos con mis sensaciones. La primera: cinco años después, tengo que reconocer que estoy ante una bici muy diferente a la Oiz que he estado pedaleando. Siento que llevo una bici con mucho más aplomo. Como si fuera un pequeño «tanque» pero que, curiosamente, subiendo se mueve más deprisa que mi Oiz anterior. Ahora ya no hay 27,5; todo es 29. Seguramente esta nueva medida influya en mi percepción. La bici lleva, además, unas cubiertas de 2,35 y se nota porque puedes bajar más las presiones y «flotar» mejor en zonas más complicadas. No acabo de acostumbrarme, eso sí, a la tija telescópica, pero si hace un par de semanas casi estaba dispuesto a prescindir de ella, hoy es el día que voy a esperar. Me da miedo emocionarme bajando porque soy torpe como yo solo y la bici invita a creerte que eres más de lo que en realidad eres. Recordad, que tengo ya mis años 😉
¿Qué tiene de genial esta nueva Oiz para mí? Creo que va a hacer algo más cómodas mis rutas de larga distancia. Además, me da, como decía, más sensación de aplomo. Quiero pensar que será el nuevo carbono OMX del que tanto presumen en la fábrica de Mallabia. La bici sigue siendo ligera (soy de los que no la pesan, ya lo siento) pero transmite más robustez. El mando remoto para las tres posiciones de suspensión es un gran avance y funciona de maravilla. Va integrado junto con el mando de la tija telescópica (es el squidlock, un dispositivo de la propia Orbea) y, comparado con aquel que yo usaba en la Oiz 2015, supone una evidente mejora.
También debo decir que he pasado de los dos platos al monoplato. Otro avance a la saca. Menos complejidad tecnológica. Sí, he perdido un poco de desarrollo por arriba porque monto un plato de 34 y no de 32. Mientras me mantenga en peso y forma más o menos como estoy ahora, no representa demasiado problema. Quizá si fuera a hacer subidas infernales y muy largas podría llegar a echar un falta un plato de 32 para ir más relajado, pero de momento voy bien. Siempre habrá tiempo de pasar a un 32 si hace falta.
Dicho todo lo anterior, soy consciente de que hasta que no pedalee una ruta larga de varios días o semanas me faltará realmente saber qué ha cambiado, pero desde luego que de momento estoy encantado. Sin querer machacarme (no es mi forma de entender el MTB), veo que subo algo mejor. Strava está ahí para cantar diferencias. Evidentemente, Mr. Placebo influye lo suyo, no nos vamos a engañar. A día de hoy he rodado con ella solo cerca de 600 kilómetros pero la aclimatación ha sido rápida. Pensaba que tantos cambios juntos requerirían más tiempo. Excepto la tija telescópica, lo demás creo que está ya asimilado.
Bueno, hasta aquí mi análisis con mis limitadas capacidades técnicas. Si queréis de verdad salsear en torno a la Orbea Oiz, sea XC o TR, nada como pasarse por ForoMTB.com. Tremendo cuando lleguen a los 100.000 mensajes. Todo un caso de análisis. No me digáis que ese volumen no es goloso para investigar comportamientos de innovación de usuario. A lo mejor no estaba tan pirado cuando decidimos que serviría para nuestra tesis doctoral 😉
Excelente artículo sobre tus impresiones de tu nueva Orbea Oiz TR 2021. Me alegra que te hayas aclimatado casi a la perfección a la nueva montura y que las sensaciones hayan cumplido tus expectativas. ¡Un saludo desde Barcelona, Julen!
Para lo que acostumbráis vosotros, yo estoy en parvulitos.
Muy buena bici, ¡si señor! Yo tengo un modelo similar y funcionan de lujo. Eso sí, al fin y al cabo lo que importan son las piernas de uno mismo.
Yo compre la oiz m20tr en junio 2020.
Mi primera bici doble suspension.
Lo malo que he notado es que las suspensiones estando bloqueadas se hunden demasiado. Al menos 4 cm. La presion esta en su medida.
Tbien noto que sitios tecnicos duros de subida. La bici no va por donde yo quiero. Y ls rigida que tengo voy perfecto. Nose como si me costara mas conducirla.
Para arriba temgo la impresion que voy lastrado. Quizas por que se va hundiendo.
Para abajo y zonas de velocidad bacheadas es espectacular.
Esas son mis impresiones.
Algun comentario de porque podria ser????.
La he llevado a la tienda para que le hagan algo por que no es normal.
Lamentablemente, me la acabaron robando hace ya más de dos meses. Poco más puedo decir. Yo estuve muy a gusto con ella, la verdad.